domingo, 17 de marzo de 2013


Rafael Nadal llegó a Viña del Mar a comienzos del mes de febrero y la expectativa era grande: El regreso más esperado por todos los fanáticos del tenis. En aquel torneo, al español se le vio lento pero eso sí con las ganas y la garra que siempre ha demostrado. Perdió la final, pero había vuelto por fin. En Sao Paulo dio un paso más, se mostró con ganas, con movimiento, con físico como para ganar el torneo. La contundencia llegaría en Acapulco, con un 6-0 contra David Ferrer todo apuntaba a que el “rey de la arcilla” había vuelto a su ambiente.

Pero, ¿cómo le iría en una superficie rápida? Pregunta que iba a tener respuesta con la participación del número cinco del mundo en Indian Wells, el primer Masters 1000 de la temporada.

El camino comenzó contra Harrison (7-6 y 6-2) y Mayer (W.O.). En cuarta ronda Gulbis le ganó el primer set, pero el español se recuperó y así llegaba al primer obstáculo importante en su camino hacia un sueño que parecía todavía lejano.

Roger Federer lo esperaba en cuartos y aunque muchos ya hablaban de su lesión a la espalda o la poca competencia de Nadal, para muchos iba a ser un partido muy parejo. Nadal volvió a dar un golpe al suizo como si estuviéramos un par de años atrás: 6-4 y 6-2 para consolidar una muy buena vuelta al circuito de pista dura. Pasado el obstáculo del suizo, el español podía mirar mucho más allá de lo que decían los pronósticos.


Berdych, el rival de semifinales, le planteó un juego muy físico y que Nadal pudo sacar adelante gracias a su cabeza. No fue un partido para jugar, sino para pelear. Nadal luchó como una fiera y desactivó al checo, quién cayó 6-4 y 7-5. La final era una realidad y el tercer título estaba a un paso. Ese paso era el argentino Juan Martín Del Potro.

Y aquí debo dedicar unas líneas al finalista, Juan Martin Del Potro. El argentino, no solo llegó a su segunda final de un Masters 1000 (perdió la primera contra Murray), sino que además llegó derrotando al número uno del mundo Novak Djokovic en un partido sensacional. Delpo fue de menos a más y jugó un gran tenis para colocarse en la final. Aplausos para el argentino, quién superó su mejor actuación en California (semifinales en 2011, derrotado curiosamente también por Nadal en aquella oportunidad).

En la final, Nadal tuvo la oportunidad de ganar el primer set, pero Del Potro reaccionó bien y se llevó la primera manga. Luego el argentino tuvo la oportunidad de cerrar el partido en dos sets, pero Rafa puso la garra que lo caracteriza y no dejó de pelear hasta el final. Su esfuerzo valió pelear en un tercer set, donde el número cuatro del mundo desde este lunes jugó sus mejores puntos y defendió como pocos lo hacen. 4-6, 6-3, 6-4 y Nadal consiguió su tercer título en Indian Wells.

El ibérico logró ganar en Indian Wells en 2007 y 2009. Volvió a ganar un torneo en pista rápida después de mucho (el último fue Tokio 2010). Así Nadal no solo grita que está de vuelta, sino que la fiera ha despertado y está suelta. ¿Habrá alguien que lo detenga ahora que se viene la temporada de arcilla?

El regreso de la fiera | Nadal, campeón Indian Wells

0 comentarios:

Publicar un comentario



What's Trending in Vivimos Tennis